Protototipado y Cosmopolítica

SÍNTESIS DEL TRABAJO PREVIO A LA PRESENTACIÓN

 DIALOGO QUE VA CON LA PRESENTACIÓN:

¡BIENVENIDOS A UNA NUEVA ENTREGA DE PINWIN!

Para comenzar haremos una recapitulación, los pingüinos de ESTE recinto están en un programa de conservación, esto significa que se debe trabajar a favor de que desarrollen conductas necesarias para que las generaciones FUTURAS sean REINSERTADAS en su hábitat “natural”, es decir, SUS DESCENDIENTES. Por lo tanto, nosotros debemos entregarles herramientas, para que de a poco vayan desarrollando habilidades y conductas propias de la especie, y que estas sean traspasadas de generación en generación, desenvolviéndose de manera óptima en la vida fuera del zoológico. Por esto, primero se debe intentar simular condiciones de la vida en las costas dentro del recinto.

De acuerdo a nuestra investigación, los pingüinos de Humboldt habitan normalmente en las costas de Chile y Perú, en esta ecología “natural “pasan gran parte de su día descansando en las piedras a la orilla del mar, recibiendo constantemente la brisa marina y rocío de agua que proviene de oleadas que golpean las costas. EL AGUA Y SUS DISTINTOS MOVIMIENTOS SON PARTE FUNDAMENTAL EN LA “VIDA SALVAJE”. En contraste con el recinto, donde la piscina es el único espacio con agua, donde se genera una estela y efecto de oleaje, a causa del filtro donde los pingüinos suelen nadar contra el chorro.

El filtro no solo tiene efectos dentro de la piscina, si no también genera interacciones fuera de ella. Suelen posarse en las rocas que se ubican sobre este, donde reciben rocíos de agua que se desvían del chorro. También se paran en las rocas más bajas o superficies de las orillas donde se forman pequeños charcos y reciben el agua en sus patas por el efecto de “olas”. Pareciera que muestran un instinto natural al intentar recibir agua de rocío o mojarse sus extremidades, lo que nos indica que lo tienen incorporado, pero falta desarrollar.

Si bien, viven en un recinto parecido a lo que es una costa, hay factores que no se consideran. Como dicho anteriormente, los flujos de agua son restringidos y poco parecidos a los de una playa, donde las rocas no se mantienen secas. Tampoco se consideran los ruidos propios de un ambiente costero. No están

expuestos a sonidos de olas estridentes, o del choque entre rocas y agua de mar.  De hecho, se asustan frente a cualquier ruido fuerte o desconocido como golpes de agua contra las piedras.

Pese a esto, los pingüinos no se ven afectados por el recurrente grito de los niños o el sonido de otros animales, como los pájaros que se posan dentro del recinto, porque ya han sido incorporados a su vida. Es muy importante generar un contraste menos potente entre ambas ecologías para así hacer más fácil la reinserción.

  El movimiento percibido, la brisa, el agua y los sonidos son factores intangibles a los que se tendrán que acostumbrar y adaptar. En base esto, queremos tratar de responder a esta necesidad, haciendo que nuestros pingüinos se vayan acostumbrando a los diversos flujos de agua, principalmente al agua como un rocío, y al mismo tiempo, a un nuevo sonido.

Para esto, iteramos nuevamente nuestro prototipo, sin dejar de lado lo ya observado, buscamos la manera de generar la sensación de brisa marina. Evolucionamos a un dispositivo con agujeros más controlados solo en la zona superior, para probar la densidad y dirección que tomaba el agua al salir a través de los hoyos. Los dos que fueron testeados varían en cuanto al tamaño y posición de los agujeros.

Al realizar el testeo, tuvieron “menos miedo” que la primera vez y nos entregaron nuevo feedback; usaron nuevos espacios, fueron más receptivos cuando la recibían desde abajo y se quedaron durante más tiempo cerca de este. Lo que nos indica que ellos responden a este cambio en su ecología de forma positiva.