Protototipado y Cosmopolítica

El recinto de los clamidosaurios está dentro del serpentario, un túnel en donde convergen los recintos de distintas especies. En el segundo recinto desde la entrada nos encontramos con 3 clamidosaurios; Paris, Pollito y Paolo. Al centro hay ramas de variados colores y tamaños, que es donde suelen estar la mayoría del tiempo, ya que son animales que prefieren la altura y pasan muy poco tiempo en el suelo, generalmente solo para comer o cuando se dirigen a escalar una pared. Normalmente están quietos en las ramas, camuflándose, por lo que para los visitantes es difícil divisarlos, muchas veces tratan de llamar su atención golpeando el vidrio o simplemente pasan de largo. Pese a que hay un sticker en el vidrio indicando no golpear el recinto ni sacar fotos con flash, mucha gente lo hace de todas maneras. Debido a que son animales relativamente nuevos en el zoológico (llegaron hace menos de un año), y además prontamente se hará un nuevo serpentario, no tienen un cartel explicando qué son, como los otros animales. Pudimos observar ciertas actitudes por parte del público, como inventar cosas sobre ellos, o confundirlos con otros animales como iguanas o serpientes, debido a la falta de información.

Como antes su recinto pertenecía a otro animal, tienen un dispositivo de enriquecimiento ambiental que no está pensado para ellos, una cuerda en la pared, que no usan. Generalmente escalan la superficie de las paredes, especialmente en las horas de mañana cuando llega el sol en algunas partes del recinto. Tienen un recipiente con agua, pero no toman agua de este ya que su especie prefiere tomar agua que esté en movimiento, como gotas o cascadas. Por esto los guardafaunas le ponen especial atención a su hidratación. También tienen lámparas que les dan calor cuando ya no hay sol, y comen insectos pequeños 3 veces a la semana.

De acuerdo a lo que rescatamos del texto “Including non-humans in political theory” de Isabel Stengers, pudimos encontrar una relación entre lo leído y cierta actitud vista en el zoológico. Los visitantes parecen venir a presenciar un espectáculo, como si los animales trabajaran en función de su entretenimiento.